Powered By Blogger

viernes, 28 de enero de 2011

Lo siento, no quiero.

No. Mi respuesta es no. Taxativamente no.

¿Razones? Sólo hay una: te quiero. Y no, no necesito que alguien me lo confirme y lo formalice en un documento. Porque para mí el amor es mucho más que un vil contrato. Para mí el amor es ternura, sinceridad, besos, cariño, sufrimiento..
Así que no, no puedo recoger todo eso, todo lo que siento por ti en un simple papel; porque no sabría como expresarlo, cómo escribirlo de tal manera que, siempre que lo leas, tus ojos brillen. Y me prohibo hacerlo, porque no quiero expulsar todo eso de mi ser, ni siquiera momentáneamente a ese papel. Porque prefiero una vida llena contigo a un papel vacío, porque me niego a reducir cada sentiemiento a una claúsula contractual dudando si escribir dos o tres comas más, en lugar de arrancarte dos o tres sonrisas más.
No lo necesito. No necesito atarte jurídicamente a mí para sentir que estás a mi lado, porque si algún día la magia se acaba te dejaré volar. Pero no demoraré el adiós discutiendo por quién se queda nuestra casa o el último CD que escuché pensando en ti, mientras personas ajenas a nosotros nos separan a cambio de unos honorarios estipulados en otro contrato más.

Porque tú no cabes en ese contrato ¿Lo entiendes?

La bocca mi bacció tutto tremante.

Me dijiste tantas veces que mi cabello era más bonito bajo el Sol, pero que emitía una luz que ni siquiera era comparable a la de mi sonrisa, y yo me reía, y tu te reías. Todo cambió el día en que comenzaste a hablarme con los ojos, con la sonrisa, con las yemas de tus dedos... Supe que era capaz de hacerlo todo, de lograrlo todo, me     llenaste de maneras que ni tu te imaginas, que no creo que se conozcan en este mundo. :)

Y yo que siempre voy detrás del error.


Pobre corazón que no sabe q decir
Si te vas por lo que soy o por lo que nunca fui
Hay caminos q hay que andar descalzo
Ya no te preocupes más por mi
Siempre me entra arena en los zapatos
Esta vez me quedo aquí
Si te cabe el cielo en un abrazo
Siempre abra una estrella para ti
Si catorce vidas son dos gatos
Aun queda mucho por vivir. ;)
 

jueves, 13 de enero de 2011

cuántas cosas hay que sobran.

Tenemos la mala costumbre de querer a medias,
de no mostrar lo que sentimos a los que están cerca,
tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que amamos,
sólo cuando lo perdemos es cuando añoramos.
Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo,
buscando tantas metas falsas tantos falsos sueños,
tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que en verdad importa,
y sólo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran.

Hoy te daría los besos que yo por rutina a veces no te di,
hoy te daría palabras de amor y las caricias que perdí,
cuanto sentimos cuanto no decimos y a golpes pides salir,
escúchame antes que sea tarde antes que el tiempo me aparte de ti.
Hoy te daría los besos que yo por rutina a veces no te di,
hoy te daría palabras de amor y las caricias que perdí,
cuanto sentimos cuanto no decimos y a golpes pides salir,
escúchame antes que sea tarde antes que el tiempo me aparte de ti.

Tenemos la mala costumbre de buscar excusas,
para no desnudar el alma y no asumir culpas
tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que en verdad importa,
y sólo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran.

Hoy te daría los besos que yo por rutina a veces no te di,
hoy te daría palabras de amor y las caricias que perdí,
cuanto sentimos cuanto no decimos y a golpes pides salir,
escúchame antes que sea tarde antes que el tiempo me aparte de ti.
Hoy te daría los besos que yo por rutina a veces no te di,
hoy te daría palabras de amor y las caricias que perdí,
cuanto sentimos cuanto no decimos y a golpes pides salir,
escúchame antes que sea tarde antes que el tiempo me aparte de ti.
Tenéis la mala costumbre.
 

jueves, 6 de enero de 2011

Mi verdad

La vida es una  carrera de obstáculos, un directo, un desafío continuo cubierto de riesgos. Buscamos una meta, una razón para continuar, un soplo de aire fresco cuando estamos a punto de desmayarnos.
 Y lo cierto es que, ante todo, queremos y necesitamos que esa meta sea verdad. Porque la verdad, la creencia firme en la autenticidad de la recompensa es lo que nos hace impulsarnos y saltar el siguiente obstáculo.
Mas esa verdad a la que muchos se aferran a veces no está demasiado clara. La vida no se puede resumir en dos colores extremos y simplemente navegamos a la deriva en un gran mar de grises.

Personalmente creo que la verdad está sobrevalorada, de hecho, puede que ni siquiera exista porque ¿Acaso cada uno no tiene su propia verdad? Y duele ser honesta, duele escupirla a otra persona porque la realidad es que nadie quiere oir la verdad. Básicamente porque no es "su verdad".

Porque las palabras pueden ser mucho más dolorosas y agresivas que los golpes. Las palabras te desestructuran por dentro y golpean en el centro de tu ser, en tus principios y tu dignidad.

Aún así yo prefiero que me golpees con esa verdad, con tu verdad, y que me entierres con ella si hace falta. Porque no tengo miedo de navegar en un gris más oscuro.

Porque siempre intentaré sobrevivir y esa es la única meta que necesito para continuar mi carrera.
Volvería a caer, volvería a saber que, aunque tú me pierdas, yo siempre me encuentro contigo.

Has estado en una pelea de leones, que no hayas ganado no significa que no sepas rugir.

"Más cerca, más cerca... confiaba en que la gravedad hiciera el resto y me ayudara a besarte
 Es lo que te diría si reuniese el valor suficiente y, sobre todo, si pensara que tengo alguna posibilidad. Pero como sé que no es así, hoy voy a ser más sincera de lo normal porque, aunque me duela, no hay ninguna mentira en el mundo que prefiera a la verdad.
Para empezar voy a reconocer que me gusta esta ciudad y que si siempre he dicho que en un futuro me gustaría vivir fuera de aquí es porque, entre otras razones, necesito estar lejos de ti. Nunca pensé que diría esto pero, por primera vez, prefiero huir a enfrentarme al problema. Más aún, cuando ese problema no tiene solución y nunca la ha tenido.
También voy a reconocer que, si algún día te interesa alguien, no dudaré en apoyarte porque no me voy a interponer en tu felicidad. Espero que, para cuando llegue ese momento, estemos lo suficientemente lejos y simplemente sea una amiga a distancia.
Reconozco también que no estoy segura de si saldría bien... pero precisamente el no poder intentarlo es lo que lo hace todo más difícil. De todos modos, quiero dejar claro que si ahora no saliese bien contigo, no saldría bien con nadie...
Y podría seguir reconociendo muchas más cosas pero, en el fondo, da igual. Soy consciente de que mis palabras no van a cambiar la realidad.
Además nunca me gustaron las entradas demasiado largas.


Gritando en silencio.

Y es que, en la mayoría de las ocasiones, no es fácil decir lo que pensamos o lo que llevamos dentro. A veces no lo hacemos por temor a hacer el ridículo, por miedo a ser rechazados o simplemente porque somos incapaces de verbalizar y transmitir a esa otra persona lo que no nos deja dormir cada noche.

Y lo cierto es que me parece uno de los errores más estúpidos de los seres humanos.
Puede que mañana ya no tengas a esa persona en frente de ti esperando para oir lo que no te atreves a decirle, o puede que ya haya encontrado a una tercera que ocupe tu lugar y no tenga miedo a decir lo que siente. Estoy segura de que cada segundo que pasa sin actuar, estás multiplicando tus probabilidades de perderla.
Por este motivo precisamente, admiro a la gente que, repentinamente y sin ningún motivo aparente, es capaz de arrancarte una sonrisa y quizá algo más diciéndote esas dos palabras. Porque yo, que antes veía como un síntoma de debilidad esa extrema sensibilidad de algunas personas, ahora no podría vivir sin ellas. Y aunque sigo pensando que pueden sufrir más por su forma de ser, por sentir todo multiplicado por cien, me parece más inteligente sufrir sintiendo, que no haciéndolo.
Pero volviendo a mí quiero que sepas que, hasta que aprenda a ser más inteligente, siempre me quedará el silencio. Por eso, cuando creas que no te esté diciendo nada, te lo estaré diciendo todo. Aunque te vaya perdiendo con cada una de esas palabras no salidas de mi boca...
 
Cómo decirte que me has ganado poquito a poco, tú que llegaste por casualidad.